Wednesday, October 30, 2013

Dos llantos y la sonrisa de Perón

Pasaron las elecciones, llegó la Ley de Medios. Lloramos el domingo y lloramos el Martes. Una derrota esperada y una victoria impensable. La política es dinámica, dice siempre un compañero.

Ahora sí, paremos un poco el carro. Aprovechemos esta suerte de momento de suma-cero que nos regaló la Corte para repensar algunas cosas. Propongo que empecemos por Perón, el básico, el inicial, el que conocemos todxs aunque no lo hayamos leído, el de Conducción Política:

"Cuando construímos una pared no nos fijamos de qué están hechos los ladrillos, y solamente vemos si la pared nos cubre y el techo nos abriga. No pensamos que en los ladrillos se utilizan materiales como el barro y el estiércol. En la organización política también hay que pensar en la construcción. Hay que construir el andamiaje orgánico y rellenarlo bien, sin mirar mucho. ¿Por qué? Porque la acción política es cuantitativa. Si pensamos en el gobierno, allí sí que hay que pensar de otra manera, porque la acción de gobierno es cualitativa."

El purismo en la construcción política dejémoselo a Zamora. Nosotrxs tenemos que empezar a ser un poco más peronistas en un sentido amplio, capaces de integrar y contener sectores díscolos, diversos, dirigentes y agrupaciones con identidades políticas que no son las nuestras. Sumemos todo, lo que sea, aunque parezca inconducible, aunque quede desordenado, aunque sea impresentable. Si lxs peronistas somos eso: lo desordenado, lo impresentable, lo croto, lo que no llevarías a cenar a casa a conocer a mamá. El "buen peronismo" no existe. El que se hace el moralista y el auténtico, se queda arafue; deviene FREPASO.

Los próximos dos años no se juega sólo el 2015, se juegan los próximos 20 años. Se juega el sentido histórico de lo que fue, es y será el kirchnerismo. Aún no sabemos si la identidad política kirchnerista pervivirá en el tiempo, o quedará como una etapa más del peronismo real-- entendido no tanto como movimiento nacional-popular sino como eterno gobierno de lo existente. Ahora bien, si nos enraizamos en serio, no nos vamos nunca más. Habrá, como dijo alguno, cien años de kirchnerismo; más allá de si ganemos o perdamos las elecciones próximas. En resumidas cuentas, seremos pueblo, o seremos la Coordinadora.

Basta de peronismo utópico y peronismo científico; lo que tenemos es el peronismo real. Hay que ampliar la base de participación y representación; hay que abrir el juego, permitirnos que el kirchnerismo se desborde a sí mismo, que sus propias bases adquieran dinamismo. 

El modelo de ampliación política es sencillo, no hay que inventar la pólvora. Más ley de medios, menos democratización de la justicia. Más foros, cabildos abiertos, convocatorias amplias; y menos Gvirtz. Hay mucho márgen. Reforma tributaria, ley PyME, etc., etc., etc.  También saludamos la aparición de Pablo Ferreyra en la ciudad, kirchnerizando por izquierda sectores que antes no acompañaban. Ahora que terminó la campaña, hay que darles lugar, pa que no se vayan de toque.

Perón decía, también en Conducción Política citando a Napoleón, que hay momentos extraordinarios donde el conductor es conducido por los propios elementos de la conducción; es decir, por la masa. Aclara el General, porque no era ningún boludo, que eso sólo puede darse cuando esos elementos están capacitados. ¿Lo estamos?

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