Wednesday, April 17, 2019

La larga marcha




Se que tengo que activar e inventar
un nuevo sistema para volver a empezar
arrancar de raíz los problemas
y así, sin problemas
a no, a no desesperar

- Sara Hebe


Recibí el año nuevo en Santiago de Cuba. Era 31 de diciembre a la noche, y nos acercamos a la plaza principal de la ciudad para participar de los festejos. Nos habían asegurado una fiesta popular, y lo que nos encontramos no defraudó. Shows musicales, ferias de todo tipo de productos, fuegos artificiales, emotivas alusiones al 60 Aniversario de la Revolución. También nos habían comentado de una singular tradición. A las 12 de la noche se izaba sobre el ayuntamiento (desde cuyo balcón Fidel pronunció un discurso histórico el 1 de enero de 1959 a la noche) una enorme bandera cubana. Si flameaba, sería un buen año. Si quedaba quieta, eran malos augurios. Imaginen un grupo de argentines kirchneristas, pensando en las inminentes elecciones de 2019, esperamos el momento con ansiedad, y seguimos milimétricamente con nuestros ojos a medida que la divisa era elevada por las poleas. Cuando llegó a la punta... bueno, no podemos decir que se batió al viento locamente, pero tampoco estaba completamente quieta. Parecía como que nos pedía que la ayudemos, que juntemos aire en los pulmones y lo larguemos con fuerza para darle un empujón. Quizás así sea nuestro 2019. Si queremos que flamee, vamos a tener que soplar.

No hay tirapostismo que valga este año. No hay mayor irresponsabilidad que sentarse sobre los laureles airando "arrasamos en primera vuelta", o caer en un pozo depresivo de "no volvemos más". La verdad de la milanesa es que el futuro no está escrito, y las cartas no están echadas. Si alguien te garantiza un resultado, te miente. Quien te asegura batirte la justa, te está chamuyando. La moneda está en el aire, se puede ganar y se puede perder. Hay innumerables variables en juego, y una de ellas es qué vamos a hacer nosotres, la gente de a pie, kirchneristas, peronistas y antimacristas que queremos que esto se termine y venga otro viento mejor. ¿Qué vamos a hacer?


Motivos

Hay motivos para imaginar una derrota, ¿cómo no? Enumeremos: la cancha inclinada en contra con medios de comunicación, aparato judicial, servicios de inteligencia, la suma del poder público y privado a su favor, el apoyo geopolítico de la embajada yanqui. Tienen muchos más fierros y mucha más plata que nosotres. Tienen mayores tecnologías de campaña y más avanzadas herramientas electorales. Pueden hacer microfraude y quizás no tan micro. Cuentan con el odio de clase antiperonista y el odio contra Cristina (que son casi la misma cosa) como gran articulador de su núcleo duro. Tratarán en campaña de sacar lo peor de la sociedad, apelar a la xenofobia, al racismo, al punitivismo, al antifeminismo. También corresponde reconocerles que históricamente han sido una fuerza política muy disciplinada, cometen menos errores que sus contrincantes. Pueden cambiar la cara y mantener el proyecto. Pueden ganar.

Hay motivos para imaginar una victoria, ¿cómo no? Enumeremos primero las obvias: la crisis económica y sus catastróficas consecuencias sociales, el aparente fracaso estrepitoso de las políticas de gobierno de Cambiemos. Las peleas internas, la fractura expuesta del caso D'Alessio. La fortaleza política del kirchnerismo, la enorme gravitación electoral de Cristina Fernández de Kirchner, el amor que le tienen amplias fracciones de la población, el recuerdo de los tiempos felices de asado los domingos, paritarias sin techo, fútbol para todos y satélites en el espacio. El emergente del feminismo como potencia que empuja. La paulatina articulación opositora (unidad le dicen) que se ha ido forjando con sectores que no piensan igual que nosotres: gobernadores, intendentes, sindicalistas, dirigentes no kirchneristas. Se está armando algo suculento para las elecciones. Sin errores forzados, con un mensaje claro, hablando del futuro y con mucho protagonismo popular podemos ganar. Podemos ganar, repitámoslo: PODEMOS GANAR.

Ahora bien, todavía faltan acomodarse muchos melones. Estamos navegando abril y no hay ninguna certeza sobre los nombres que encontrará la gente en el cuarto oscuro. La candidatura de Macri parece flaquear, ¿se bajará o no se bajará? La línea oficial insiste que van por la reelección. Pero se pueden leer hipótesis para todos los gustos: que hay Plan V para que sea María Eugenia, que todo es una jugada maquiavélica para que sea Marcos Peña, que la Alianza Cambiemos se rompe antes de junio. Puede ser alguna de estas, o también ninguna. ¿Se romperá la UCR? ¿Qué jugará Carrió? ¿Quién carajo sabe? Falta mucho y todo puede explotar por los aires, o no. Cambiando al canal Clarín/Techint: ¿Lavagna finalmente se presentará? ¿Urtubey y Massa qué van a hacer? ¿Tinelli? ¿Quién juega a la avenida del medio? ¿Garpará? ¿Dividirá el voto opositor? ¿O dividirá el voto anti-Cristina?

En el campo popular, la incógnita sobre la candidatura de Cristina enciende todo tipo de alarmas y especulaciones, como suele suceder. Pero con agravantes: primero, la persecución sobre la líder peronista y su familia está llegando a niveles intolerables. Decenas de juicios orales por delante, infinidad de procesamientos y pedidos de detención, y para completar un cuadro de crueldad política sin precedentes desde la dictadura militar, se apuntan los cañones contra su hija Florencia que se recupera de una delicada situación médica en el hermano país de Cuba. Segundo agravante: si Cristina finalmente no pone la jeta, ¿quién podría hacerlo en su nombre? ¿Solá? ¿Rossi? Por favor Scioli no, dime que Scioli no por favor. Kicillof camina como candidato bonaerense, pero hace años que recorre todas las provincias argentinas... quién te dice... La ausencia de Cristina en la boleta puede tener un efecto de dispersión en el peronismo, al revés de lo que dicen las voces autorizadas del análisis político. ¿Quién puede nuclear un buen pedazo de panperonismo y retener los votos fieles a CFK? Todo bajo el cielo es un caos. Si no se jugara el futuro de la patria, estaría para comprar pochoclos.

En vez de comernos las uñas y volvernos crazy con las especulaciones electorales, los cierres de listas trambólikos, las elucubraciones sobre lo que las encuestas dicen y ocultan, hay una tarea bien sencilla a la que avocarse para ayudar a ganar este año: organizarseAfortunadamente no requiere esperar a junio ni a agosto ni a octubre ni a noviembre. Si todavía no empezaste, podés empezar ya.


Acción

La militancia es una acción transformadora. Es cambiar algo de la realidad que duele, es ponerse al hombro los problemas colectivos. No es más que aportar un granito de arena, como suele decirse, sabiendo que hace falta billones de granitos para hacer una playa. Este año en particular hay elecciones presidenciales y seguramente decenas de miles de compatriotras están pensando cómo hacer su parte para ganar, porque los granitos de arena son votos, y necesitamos más de los que tenemos.

Primeramente hay dos maneras de militar esta campaña: la acción individual y la acción colectiva. Individualmente se pueden hacer infinidad de cosas. Podés tratar de convencer un taxista, argumentarle a tu tía, pegar cartelitos, postear en redes sociales, reenviar data por whatsapp, hacer memes, ir a todas las marchas que se convoquen. También se puede hacer con otres: podés acercarte a una unidad básica, sumarte a una agrupación del sindicato, meterte en un grupo de Facebook que se reúne en una plaza, visitar un centro cultural que hace movidas políticas. Podés juntarte con tres o cuatro amigues y cranear cosas en conjunto. Podés fiscalizar también, ¿ya te anotaste?

La acción colectiva supone el abandono de un mínimo de la libertad individual en pos de la libertad de un conjunto. Es resignar un cachito de une misme, de tu ego, de tu personalidad, de tu singularidad; pero los resultados pueden ser más que la suma de las partes. Sobre todo si la acción colectiva está conducida políticamente, si forma parte de una estrategia política. En esta línea, es imprescindible la lectura del libro "Teoría de la militancia" del compañero Damián Selci. Acá se puede escuchar una presentación reciente en el barrio de Caballito.

Sin ser cráneos de campañas, desde la experiencia militante podemos distinguir por lo menos tres tipos de acciones para sumar votos: las inductivas, las persuasivas y las organizativas. Veamos:

La acción inductiva es lateral, es indirecta. Es un cartelito en la parada del bondi, que decenas de personas miran mientras esperan; es un comentario al pasar en la cola del supermercado; es una pintada en una pared del barrio; es un freestyle en un vagón del tren; es un programa de radio en una FM barrial, que por ahí escucha alguien de otro palo. Son cosas que largamos por ahí, esperando que alguien pique, que genere un contexto favorable a nuestra cosmovisión. Acá hay muchísimo por hacer, tanto de forma individual o colectiva.

La acción persuasiva es la que más solemos imaginar cuando pensamos en la campaña. "Convencé a tu tío"; "jugátela en el whatsapp familiar"; "escribile a tus amigues del secundario". En el mano a mano, donde antecede una confianza previa, podés llegar a dar vuelta un voto. Eso casi nunca se hace de un sólo intento, sino que son estrategias largas, donde la vas llevando. También son a veces indirectas, porque debatís con tu cuñado gorila, sabiendo que no lo vas a convencer, pero en realidad estás apuntando a tu prima indecisa, que escucha atentamente en la otra punta de la mesa. El volanteo de campaña también es persuasivo, aunque más intenso y hostíl. Repartir un volante en una esquina ofrece a veces oportunidades para conversar con gente que pasa, que te pone la oreja un toque; otras veces te ningunean o te putean (aunque ahora menos). Es un excelente entrenamiento también. Cuanto más volanteás, mejor sos persuadiendo. Te volvés más efectivo incluso para debatir en tu familia o con tus amigues.

La más potente de las acciones militantes es la acción organizativa. Esto refiere por supuesto a todas las acciones colectivas partidarias: fiscalizar, dar una mano en el comando de campaña, salir a hacer una recorrida por una manzana, arreglar una plaza o una escuela, participar de una jornada solidaria. Acciones enmarcadas en grandes estrategias y pequeñas tácticas. Pero también incluye situaciones donde se organiza a la sociedad en defensa propia: juntar firmas para poner un semáforo, crear un grupo de whatsapp de la cuadra, armar una olla popular en la esquina, movilizar a una oficina pública para pedir una cloaca, convocar una asamblea para impedir un emprendimiento inmobiliario que arrasa espacio verde, armar una murga o una escuelita de fútbol gratuita para les pibes del barrio. Organizar es persuadir, porque demuestra a quienes participan y quienes observan que las soluciones a los problemas son colectivas, que las cosas se resuelven cuando nos las ponemos al hombro en conjunto. Descubrir eso no te hace kirchnerista ni te lleva directo a votar a Unidad Ciudadana, pero arrima el bochín.


Ella sola no le gana

Desesperar y esperar parecen antónimos pero son en realidad dos caras de la misma moneda. Des-espera quien antes esperaba algo de una situación, que al no aparecer, pierde la calma. Ambas posiciones nacen de una pasividad inicial que pretende que las soluciones lleguen de algún lado. Pero la lección fundamental de la militancia es que no hay soluciones mágicas, sino acciones  concretas interviniendo en una realidad donde puede haber éxito, como puede no haberlo. En cualquier caso, no hay margen para la pasividad.

Circula fuerte una campaña lanzada por el Frente Patria Grande bajo la consigna "Ella le gana", aludiendo naturalmente a la candidatura de Cristina y a Macri. Pregunto: ¿es razonable afirmar que tan solo ella le gana? ¿Que alcanza simplemente con que Cristina se presente para "ganar por afano" como sostiene Juan Grabois en el programa de Luis Majul? ¿O falta algo más? Ya lo dijimos arriba, afirmar altaneramente una victoria asegurada es de una irresponsabilidad absoluta. Pero lo peor no es eso, sino que "Ella le gana" es una consigna que desmoviliza, que desincentiva la participación, que nos habilita quedarnos en casa mirando Game of Thrones, pasando historias de Instagram o jugando al Candy Crush mientras otres hacen la política por nosotres. Lo mismo podría decirse sobre el excesivo recurso a la idea de la unidad. ¿Quiénes hacen la unidad? Las dirigencias. ¿Y nosotres que hacemos? ¿Simplemente reclamamos la unidad? ¿Y si la unidad no alcanza?

Cristina hará la mejor unidad que pueda, y hará el mayor esfuerzo por ganar las elecciones. ¿A alguien le cabe alguna duda del compromiso de Cristina con los destinos de la patria? Ella está y va a dejar todo. Si lo mejor es que sea candidata, será candidata; si hay una alternativa mejor, optará por eso. Con esto no quiero decir que debemos reprimir nuestros anhelos de que esté en la boleta este año. Para nada. Gritémoslo a los cuatro vientos, que se despliegue el deseo popular de que Cristina sea presidenta otra vez. Ahora bien, encabece la lista o no, lo importante es que tengamos la certeza de que Cristina no nos va a dejar en banda; jamás lo haría. Basta recordar su discurso el 21 de junio de 2011, cuando afirmó que sería candidata a presidenta para un segundo mandato:
Quiero decirles algo a todos: yo siempre supe lo que tenía que hacer y lo que debía hacer. Lo supe, inclusive, el 28 de octubre en este mismo lugar. No lo supe de inteligente ni de ambiciosa, lo supe cuando miles y miles, que pasaron por aquí a despedirlo por última vez, me gritaban fuerza Cristina, y hoy todavía, cada vez más, ese fuerza Cristina. Siempre supe, porque siempre he tenido un alto sentido de responsabilidad política, histórica y personal respecto de lo que debía hacer.
Cristina tiene un enorme sentido de la responsabilidad histórica, y hará lo que tenga que hacer. El tema es qué haremos les demás. ¿Qué vas a hacer vos? Porque la esperanza no viene de cualquier lado, no es un optimismo bobo de que los planetas se van a alinear simplemente porque queremos que se alineen. La esperanza es equivalente al compromiso de hacer la parte que le toca a cada une.

La unidad dirigencial que se va gestando, ¿cuántos votos aporta? Es reconfortante por momentos la voz de Alberto Fernández, de Pino, de Moyano, etc. Pero ¿conocés a alguien que haya cambiado su imagen hacia la mirada de país futuro que tenemos porque ellos se manifiesten en favor de la unidad? Hay gente que está cerrada contra CFK, que nunca la escucharía, y que tampoco escucharía a ningún dirigente que pegó el volantazo para la unidad del campo nacional y popular. Pero esa gente quizás te escucharía a vos, y vos podés ser Cristina en la mesa familiar del domingo, en el descanso del trabajo, en una esquina volanteando, o donde sea.

No hay otra: es como el balotaje del 2015, esta vez de largo aliento. Hay que participar y convocar a participar. Llamar a la movilización, al involucramiento, a la organización. Este es el momento, hay que ir empezando a cosechar todo lo que sembramos durante una década de gobierno popular y estos tiempos de oposición. Pero que no nos suceda como hace cuatro años, que esperamos toda la campaña y luego desesperamos en el último mes de balotaje. Hay que ir caminando despacito, construyendo y metiendo fichas. Pensémonos como la parábola de la liebre y la tortuga, y sin apresurarnos vayamos haciendo nuestra campaña popular, que será por abajo o no será. Sin embargo, y a diferencia del 2015 no haremos la campaña del miedo sino la campaña de la esperanza. Sumate a la esperanza de un nuevo futuro, una larga marcha militante hacia agosto, octubre, noviembre. Ya empezó.

2 comments:

  1. lo primero que tenes que hacer para convencer a un no-kirchnerista es dejar de de decir "argentines", "chiques". Antes que te enojes conmigo te digo que no tengo nada contra el lenguaje inclusivo, solo que me parece que es uno de los tantos temas que divide

    ReplyDelete
  2. Hola amigos, mis nombres son Andrea Maria, de Argentina, soy enfermera médica. Hace unos días, leí en línea un comentario publicado en un blog de asesoramiento sobre relaciones. una señora de la periodista de Munich revela cómo curó de manera permanente la erección débil y la eyaculación rápida tres semanas después de que su esposa lo abandonó debido a la enfermedad mientras seguía leyendo su historia, dijo ... el hombre que la ayudó a lograr todo esto se llama Jefe Sacerdote Oduduwa trajo de vuelta a su ex esposa después de la separación. Tengo la suerte de copiar la dirección de contacto personal del Dr. Oduduwa para comunicarme con él para obtener ayuda personal {dr.oduduwaspellcaster@gmail). com}
    Me comunico con el mismo sacerdote Oduduwa debido a mis desafíos en la vida matrimonial. Necesitaba ayuda tan desesperadamente.
    Hace unos meses tuve una pelea con mi esposo Anderson, me miró directamente a los ojos; dijo que entre nosotros habíamos terminado nuestra relación matrimonial, se llevó a mi hijo Félix y viajó a nuestro país para vivir en España. Desde entonces, he estado tratando de llamarlo y enviarle mensajes a través de teléfonos, redes sociales. mediana y correo electrónico pero él bloqueó completamente mi línea para que no lo alcanzara, estaba tan frustrado y necesitaba ayuda para al menos poder hablar con nuestro hijo Félix, me leyeron para disculparme incluso cuando los dos sabemos que él me maltrató, se llevó a mi hijo de mí durante más de 7 meses sin palabras no hay letra. esta situación me estaba matando todos los días, estaba deprimido y necesitaba desesperadamente ayuda y solución urgentes para resolver este problema, así que me comunico con la dirección de correo electrónico de Oduduwa, ya que creo que solo puede tener la esperanza de ayudarme a llevar a mi esposo a casa con mi hijo. Me comuniqué con él y él, el Dr. Oduduwa, me aseguró que puede ayudarme a volver con mi esposo y mi hijo a casa, obedezco y sigo sus instrucciones paso a paso. Dos días después, el Dr. Duduwa dijo que había terminado de almorzar con sus poderes de ortografía de amor en su sien, todo esto lo hizo él solo, no hice nada, solo proporcioné los artículos necesarios. Esa misma noche, mi esposo Aslund me llamó al teléfono para disculparme, estaba muy tranquilo. Habló conmigo, se sentía muy apenado por todo lo que hizo para lastimarme. Anders regresó a casa ayer con mi hijo Félix, hoy estoy tan feliz de haber restaurado a mi familia y de que mi esposo y yo nos amamos más que nunca. Siempre apreciaré y agradeceré la asistencia de Oduduwa. Prometo compartir mi testimonio de buenas noticias a mis amigos y a todos aquí. Tengo la intención positiva de que las cosas funcionen para mí y también me di cuenta de que sería bueno compartir con ustedes aquí, ya que sé que también inspirará a otros, ya que me he encontrado recientemente, soy un testigo vivo para el que trabajo. Yo, mi esposo regresé a casa en siete días, fue increíble y milagroso.
    Oduduwa tiene una solución para resolver los siguientes problemas de amor: - * Love Spells Win-Back Ex lover * Éxito y promoción hechizo mágico * amuleto de la suerte - BUSINESS STAR
    * salas - GANCHO PROTECTOR * resolución de la maldición, limpieza espiritual del espíritu maligno.
    * Raíces y hierbas tradicionales para curar la enfermedad, curar la enfermedad del cáncer, curar el VIH, presión arterial alta.
    * Fertilidad mágica - FRUTAS DE MUJERES tienen hijos. * Decreto de magia, LOTERÍA DE SPELL & SPELL DE WIN-GAMES
    Yo mismo estaba lo suficientemente desesperado como para obtener mi solución instantánea. Resultados rápidos y urgentes, respuestas a personas desesperadas que buscan soluciones inmediatas y urgentes para recuperar a su ex pareja, yo mismo estaba muy desesperado por tener a mi esposo en casa, a mí me funciona. Creo que funcionará para ti también mucho mejor.
    WhatsApp No .: +79268011965

    ReplyDelete